EL MUNDO
25 mayo 2011
Lo que tu pelo
necesita saber
Laura Tardón
No existen pruebas fiables para saber si alguien se va a
quedar calvo. El pelo perdido no se puede recuperar. Sólo hay una opción: los microinjertos. La alopecia afecta menos a la mujer, por una
cuestión hormonal. Cuidado con aquellos peinados que tensen el pelo. Pueden
causar pérdida de cabello.
¿Usted
es de los que cree que si tiene canas lo más probable es que no se quede calvo?
Una de tantas creencias populares que nada tiene que ver con la realidad.
Varios expertos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)
argumentan las razones de este mito y responden algunas de las cuestiones más
consultadas.
1. ¿Existe alguna prueba para saber si
me quedaré calvo? Existe una prueba
que consiste en recoger con un bastoncillo una muestra de la mucosa oral.
Analizando la presencia de un gen, según sus artífices, se podrá pronosticar el
riesgo de una persona a tener alopecia androgénica o
común. Sin embargo, en este trastorno no está implicado un solo gen, sino
varios. De hecho, aún faltan piezas para poder componer el puzzle del mapa
genético de la alopecia, por lo que este test no es
tan eficaz como dice.
2. ¿Los tratamientos preventivos
realmente funcionan? Numerosos
anuncios publicitarios ofrecen productos para prevenir la alopecia. Sin
embargo, sólo dos han demostrado su eficacia en estudios científicos. El minoxidil, una solución tópica, y el finasteride,
por vía oral. Si se utilizan bien, consiguen frenar la caída del cabello.
Hay
que tener en cuenta, señalan los dermatólogos, que la calvicie no se desarrolla
ni en un año ni en cinco; lo hace desde el momento en que empieza hasta que la
persona se muere, por lo que el tratamiento preventivo debería realizarse
siempre. Si se deja, el trastorno se reinicia.
3. ¿Es cierto que estas soluciones
disminuyen el deseo sexual? Aunque
es muy poco frecuente, en menos del 2% de los casos, sí puede ocurrir y de
hecho, los médicos siempre se lo advierten a sus pacientes. Si la persona
notara que su libido se reduce, la situación es reversible. Bastaría con
abandonar el tratamiento.
4. ¿Se puede recuperar el pelo perdido? El pelo no se cae de repente. El proceso es
progresivo. Cae un pelo y sale otro más débil. En definitiva, va perdiendo fuerza
poco a poco. Dependiendo de la fase en la que se encuentre, sí se puede
recuperar. Pero cuando desaparece del todo, la única vía que queda es la
cirugía, con microinjertos capilares. El único
requisito es que la persona conserve cabello suficiente en otras zonas para
realizar el trasplante.
5. ¿Por qué la calvicie afecta menos a
la mujer? Afecta al 12%-20% de las
mujeres de 30 años y a más del 41% de las de 70 años. La alopecia androgénica está muy relacionada con el exceso de
testosterona y las mujeres, en principio, tienen tasas muy bajas de esta
hormona. "Cuando experimentan alteraciones hormonales y aumenta la
testosterona (ovario poliquístico, menopausia, etc.),
entonces el riesgo también incrementa", señala Álex
Camps, dermatólogo especialista en tricología (parte
de la Dermatología que se ocupa del estudio del pelo) de la Clínica Teknon de Barcelona y miembro de la AEDV.
6. ¿Es cierto que tener canas significa
que no te vas a quedar calvo? Las
canas no tienen ninguna relación con la caída del cabello. En general, el
hombre que llega a edad avanzada con pelo lo tiene blanco. Si se le ha caído no
puede tenerlo canoso.
7. ¿Lavarse el pelo todos los días
favorece la caída del cabello? ¿Qué champú elijo? Rotundamente no. El champú no hace que el pelo caiga.
"El cabello que se desprende con los lavados está previamente dañado o
‘enfermo’. El pelo que cae al lavarlo lo haría también al peinarlo o incluso
con el simple roce de la almohada", subraya José Carlos Moreno, jefe de
servicio del Hospital Reina Sofía de Córdoba y miembro de la AEDV. Sin duda, el
cabello puede lavarse a diario. Lo ideal, en una persona sana, es un producto
de uso frecuente, sin más indicación. Ni los antigrasa
ni los anticaída tienen
ningún efecto especial. Sólo los anticaspa pueden
ayudar a corregir la descamación del cuero cabelludo.
8. ¿El uso de mascarillas,
acondicionares, fijadores, cremas suavizantes o lociones para proteger el pelo
del sol es perjudicial? No se ha
demostrado que lo sean. Estos productos ayudan a tener un buen aspecto del
cabello. Ahora que se acerca el verano, cabe subrayar el objetivo de las
lociones que protegen de los UVA del sol. Y, por cierto, recuerdan los
dermatólogos consultados, tampoco los sombreros, ni las gorras ni los cascos
suponen un problema. Es un bulo. Pensar que podrían asfixiar la raíz si se
aplican en el cuero cabelludo y favorecer la alopecia. El pelo recibe
inervación por la raíz: no respira.
9. ¿La caída del cabello puede estar
determinada por acciones como la permanente, los alisados, los tintes o algunos
peinados? ¿El uso de secadores y planchas del pelo pueden favorecerla? En principio, ninguna de estas opciones producirá
alopecia. Pueden cambiar la estructura del pelo o romperlo, pero son problemas
que se solucionan cuando sale cabello nuevo.
Lo
que sí puede afectar a la raíz del cabello son todas las acciones que supongan
una fuerte tracción del pelo (el uso de las planchas del pelo, peinados
agresivos, pequeñas y finas trenzas, las extensiones, coletas, moños, etc.). Al
tirar del cuero cabelludo, se genera inflamación del folículo y se produce pelo
de peor calidad. Al cabo de mucho tiempo, siempre y cuando este tipo de
acciones se repitan con frecuencia, pueden aparecer zonas con menor densidad de
pelo, lo que se conoce como alopecia por tracción. Se trata eliminando la
tracción y, normalmente, el pelo se recupera, pero en algunos casos puede
requerir tratamiento médico.
10. ¿Qué peine debo elegir y cómo
debería usar el secador para no dañar mi pelo? El peinado debe ser poco traumático, cuanto más
corto sea el cabello, mejor. En cualquier caso, es conveniente elegir un peine
de púas anchas y separadas y, en cuanto al material, los metálicos son más
higiénicos.
En
la medida de lo posible, se recomienda utilizar poco el secador, pero si no
queda más remedio, seleccionar una temperatura soportable, a una distancia
prudencial y con mucho movimiento, para no deteriorar el pelo.